Tanto el té rojo como el té verde, son tés que se beben con frecuencia en ayunas para perder peso. El rojo tiene un sabor y un efecto más energético y es más recomendado para el invierno, el verde es más ligero y tal vez más adaptable al “target” occidental.

El té rojo posee tiaminas que hacen que la teína se vaya absorbiendo de forma progresiva durante varias horas, esta es una de las razones, no la única, por la que el té despierta pero no estresa ni el sistema nervioso ni el corazón, por esa razón es muy recomendado y saludable consumirlo para iniciar el día, aunque esto no es sinónimo de que sea la única hora en la que será beneficioso (ya que tomar el té después de una gran carga de comida con la que ocasionalmente nos tentamos, es una alternativa para digerirla, así se acelera la quema de grasas estimulando el metabolismo).

Hay que tener en cuenta que un desayuno debe ser equilibrado y contener también carbohidratos, proteínas y grasas. El té es una opción de acompañamiento adecuado (antes del desayuno o junto con este) o de primera bebida antes de ejercitarse (para los que realizan esta actividad en ayunas o practican el “ayuno intermitente”), pero no reemplaza un desayuno completo.

Muchas personas acompañan un desayuno equilibrado con té en lugar de café para evitar el efecto de irritación gástrica que sufren con el café y además porque el té les resulta más agradable. Por ende, comen menos y se sienten satisfechos durante más horas del día.

Claro está que si sufres de acidez, ten en cuenta estas recomendaciones para evitar dicho inconveniente:

    • Dejar la bolsita de té en el agua menos de 3 minutos. Así logrará menor cantidad de taninos.
    • Agregar un poco de leche. Esta contrarrestará la acidez.
    • Ingerir unos bocados del desayuno antes del té.

La naturópata Denisse Ortiz, afirma que “a quienes más favorece el té rojo es a aquellas personas que sufren de dislipidemia o colesterol alto, porque ayuda a la combustión de grasa en el hígado (ideal para las personas con hígado graso) y a aquellas que quieren bajar de peso, ya que estimula la diuresis (cantidad y calidad de orina)”.

Lo delicado del té rojo es su administración: ya que es alto en teína y cafeína está contraindicado que las personas con hipertensión arterial beban más de dos tazas al día. Los niños menores de 8 años tampoco deben consumirlo. Expertos en el tema, recomiendan además, para quienes se encuentren en estado de embarazo, abstenerse durante los primeros 3 a 4 meses de gestación y durante el periodo de lactancia.